Junto a su casco urbano discurre de norte a sur el río Farasdués. Un paseo por sus calles denota mi raigambre histórica, ya que de Farasdués destacan construcciones como la de la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza y la ermita de Santa Orosia.
Si bien hay yacimientos arqueológicos en la zona que datan del siglo I d. C. aparece desde finales del siglo XV como una aldea dependiente de Luesia. Esta situación se prolongaría hasta el siglo XIX, cuando alcanzó el estatus de municipio independiente.
A comienzos del siglo XX su economía estaba basada en el cultivo de cereales, vino y legumbres, además de la cría de ganado. El municipio de Farasdués desapareció en 1971, al ser incorporado al de Ejea de los Caballeros.
En el mapa podrás ver cuál es su localización.