La villa se encuentra en un enclave privilegiado, dominando el Valle del Río Arba de Biel y el Barranco de Cervera, conformando un paraje de gran belleza natural. Un paseo por sus calles empinadas, de estilo medieval, lleva a un pasadizo en forma de arco, que en tiempos antiguos probablemente sirvió como acceso principal. Este arco conduce a un mirador natural, conocido por los habitantes como «El Terrao», desde donde disfrutar de una vista panorámica del valle.
La ermita más cercana es la de San Miguel, ubicada a las afueras del casco urbano. Se trata de un bello edificio del más puro estilo románico, que aún conserva las lasas escalonadas de piedra originales en su tejado. Siguiendo más allá del cementerio municipal, en la misma ladera donde se encuentra el Calvario, está la Ermita de Santa Ana, construida en el siglo XVII y recientemente restaurada. Esta ermita cuenta con un pequeño pórtico que protege la entrada del templo de las inclemencias del tiempo.
En la memoria popular se recuerda la desaparecida Ermita de Santa María, que se situaba cerca del pueblo, próxima al río Arba. También se recuerda la Ermita del Pueyo de San Guillén, ubicada en el monte cerca de El Fragal, uno de los puntos más altos, a medio camino hacia Orés. Para quienes deseen conocer más, hacia el norte, siguiendo el curso del río, se encuentra el despoblado de Las Cheulas y la Ermita de San Miguel, ahora en ruinas, pero que aún conserva con orgullo una magnífica portada románica del siglo XI.
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Audio-signoguía realizada por Equalitas Accesibilidad para Comarca Cinco Villas.